Una avalancha de autoritarismo, de violencia y de terror fascista se apoderó de Brasil en las últimas semanas, culminando con la expresiva votación obtenida por el capitán Jair Bolsonaro en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de este año.
Es urgente que los hombres y mujeres de bien, que no aceptan el empleo de la violencia como solución a los serios problemas que afectan a nuestro país, se movilicen y se unan para derrotar a Jair Bolsonaro -el candidato de la extrema derecha, el portavoz de los derechos humanos, torturadores, de los adeptos de la discriminación y de la violencia contra las mujeres, los negros, los indios, los nordestinos, los LGBT, las minorías, los movimientos sociales; el portavoz de los defensores de la eliminación física de criminales, adultos y menores, de todos los que no acatar sus ideas de exclusión social.
En este grave momento, en el que no existe en el país un movimiento popular organizado, el único medio de derrotar al candidato de la derecha es el voto, en la segunda vuelta, en Fernando Haddad.
Dejemos de lado las serias restricciones que se deben hacer a las políticas adoptadas hasta ahora por el PT y sus gobiernos, dejemos de lado las críticas que pueden plantearse a esa candidatura, las antipatías, el odio diseminado por los adeptos de la violencia fascista, y nos movilizamos la conquista de la unidad de amplios sectores nacionales – partidos, sindicatos, asociaciones, movimientos sociales, entidades estudiantiles – visando derrotar el fascismo, derrotar a los enemigos del progreso social y de la democracia en nuestra patria.
¡Todos unidos por la derrota del fascismo! ¡Votar a Fernando Haddad!
