La atribución del Premio Nobel de la Paz al presidente colombiano Juan Manuel Santos, y en forma exclusiva, es un gesto que nos deja sin palabras. No podemos dar crédito a lo que oímos y a lo vemos: así es que,¿el mérito de la firma de un acuerdo de paz sólo se le reconoce a uno de los firmantes? ¿En que estaba pensando el Comiténoruego? Para firmar un acuerdo, se necesitan por lo menos dos, y en Colombia, los firmantes eran dos: Santos y las FARC-EP.
¿Por qué entonces las FARC no recibieron también el premio? Para el acuerdo de Paz en Vietnam, fueronKissinger yLe Duc Tho que recibieron el premio en 1973 (el vietnamita lo rechazó), para el acuerdo egipcio-israelí, fueron Sadat y Begin en 1978, para el acuerdo sudafricano, fueronMandela y De Klerk en 1993, para los acuerdos de Oslo, fueron Arafat, Rabiny Peres en 1994.
Si realmentehay un hombre que hubiera merecidoeste premio esFidel Castro, que es a quien básicamentese le debe el acuerdo de paz en Colombia.Fue Fidel quien trabajó incansablemente en la sombra, desde hace unos veinte años, para llegar al fin a los diálogos de paz de La Habana. Y él quien tiene el menor méritoen este proceso, es precisamente Santos,quien persiguió con estos acuerdosobjetivos nada nobles: contaba con ellos para hacerse reelegir en 2018 y para seguir entregando la riqueza de una Colombia pacificada al saqueo de las multinacionales y de la oligarquía colombiana.
Y al imponer la celebración de un referéndum sobre este acuerdo de paz, en vez de la elección de una Asamblea Constituyente para elaborar una nueva constitución, como lo pedían las FARC, le abrió la puerta asu antiguo jefe, Álvaro Uribe, abanderado del sector más agresivo y revanchista de la derecha oligárquica colombiana. Resultado de este referéndum tan estúpido como inútil: el acuerdo de paz fue rechazadopor “el pueblo”, o sea el 12,5% de los colombianos.
Antes del premio Nobel, Santos había anunciado queel cese el fuego duraría hasta el 31 de octubre. Después de haber sido galardonado, cambio posición, declarando que el cese el fuego bilateral se iba a mantener. Sin embargo no sería la primera vez queun Premio Nobelde la Paz hará la guerra:basta con pensar en Shimon Peres o en Obama.